Es necesario recalcar que fue una victoria justa, porque para la selección gallega nada se ajustó a derecho en Murcia. Sin duda, nuestro equipo era el más fuerte de los últimos años, con siete boxeadores que llegaban después de unos selectivos campeonatos gallegos, con experiencia y ritmo de competición. Por lo menos en cuatro pesos teníamos serias opciones de medalla y la ilusión y esperanzas eran muchas. Pero en seguida nos dejaron claro que no llegaba con luchar, en Murcia también estaban los elementos. Fuerte viento del nordés y a Cristian González le descuentan dos puntos por agachar la cabeza contra el miembro de la selección Cristian Molina. Ni siquiera la cuenta de protección que consigue el pontevedrés en el tercero puede evitar la derrota. Molina acabó siendo campeón de España, como Dios manda.
Saúl Gacio peleó en primera ronda con el duro Kelvin Torres, en otra pelea igualada en la que después de un punto fantasma que le descuentan a Saúl, se lleva la victoria Torres por decisión dividida. Y Marejada, los jueces le niegan a Aaron González una pelea en la que gana con justicia el segundo round y avasalla en el tercero ante un rival que parece exhausto. Ni salen las palabras, sólo resoplidos y maldiciones por lo bajo, incredulidad. ¿Qué otra cosa nos queda? Es como si España fuese un cortijo y nosotros los campesinos sin tierra.
Y cuando Miraz le gana de forma clara a su rival, y ni un sólo juez le da la victoria, viendo los tres la pelea en favor del valenciano, no queda si no preguntarse si en los tan celebrados y publicitados cursos de reciclaje les hacen la prueba de daltonismo a los que velan por la integridad de este deporte, que o bien son unos daltónicos o bien unos ineptos. Otras opciones no pasan por mi cabeza, por la inmensa mezquindad que conllevan.
Será pronto cuando recojamos lo sembrado, supongo que pronto seguiremos poniendo excusas la próxima vez que perdamos contra algún minúsculo país centroeuropeo, y no me extrañaría que cuando los próximos campeonatos del mundo finalicen, algún adulador afirme con el pin rojigualda en la solapa, que la mejoría con los anteriores ha sido enorme. Al tiempo. Pero lo cierto es que de un proceso de selección basado en el amiguismo y la adulación sólo puede surgir mediocridad.
Cristhian Gonzalez -vs- Cristian Molina
Aaron Gonzalez -vs- Alejandro Moya
Saul Gacio -vs- Kelvin Torres
Adrian Miraz -vs- Vicente Andres
Moncho Miras -vs- JM Gomez
Moncho Miras -vs- Edgar Grau
Moncho Miras -vs- Diego Ferrer
